¿Por qué cuidar de nuestros cuadros? La importancia que le damos para preservarlos refleja el valor emocional hacia ellos, invertir tiempo en ello hará que tengan mayor duración en tu vida y probablemente en la de futuras generaciones.
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1. Aleja tus cuadros de fuentes de calefacción o aire acondicionado
Especialmente aplica este consejo si tienes cuadros con pinturas que cuentan con la técnica del óleo o acrílico. Ponerlas ante un aire acondicionado, fuente de calefacción o radiadores hará que tu pintura termine con bolsas, arrugas o craqueladuras en la superficie de tu cuadro.
Te recomendamos estén tensados con cuñas de madera dentro del marco de soporte, esto permitirá que tus pinturas no se contraigan con los cambios bruscos de temperatura. Lo adecuado es tener nuestros cuadros bajo una temperatura de aproximadamente de 19° C.
2. No coloques tus cuadros en ambientes húmedos
Colocar tus cuadros en ambientes húmedos causará que los hongos, moho e insectos se inserten en ellos. La mayoría de cuadros retienen el calor y la humedad, y de la misma manera lo transmiten, por esta razón, lo mejor es guardarlas o colgarlas sin plástico en ambiente no húmedos.
Los cuadros se pueden ver afectados por dos tipos de humedad, una es por filtración y la otra por condensación. En el caso de la primera, existen viviendas o edificios que depuran la humedad en sus muros, lo cual afecta directamente a los cuadros en las paredes. Una solución para este tipo de humedad es añadir un aditivo plastificante a las paredes para que sirvan como protectoras de la filtración de humedad.
La humedad por condensación se da mayormente en cocinas o baños, esto pasa porque son zonas donde hay una diferencia térmica entre el exterior y el interior,por lo que genera cambios bruscos de temperatura. En este caso la solución podría ser tener un deshumidificador en los lugares donde tenemos nuestros cuadros .
3. Ilumina tus cuadros adecuadamente
Todo tipo de luz natural producirá en tus cuadros la decoloración, haciendo que estos disminuyan en su intensidad de colores. Si en caso tienes cuadros con pinturas acuarelas, debes evitar en lo posible exponerlas a la luz directa, ya que este tipo de pinturas son mucho más sensibles a ello.
Lo adecuado sería usar iluminación artificial, sin embargo no debes abusar de ello puesto que su excesividad podría afectar a tus cuadros de la misma manera que lo hace una luz natural. Es necesario que tomes en cuenta el tipo de lámpara y luz a utilizar, lo recomendable es usar lámparas halógenas o Led, también usar luz fría en caso los coloques de manera permanente en tus pinturas.
Finalmente, recuerda mantener una distancia considerable de al menos unos 2 metros entre tus cuadros y la luz que utilices para iluminarlos, nunca de manera directa.
4. Elimina el polvo con delicadeza
Es recomendable limpiar el polvo de nuestros cuadros con delicadeza y frecuencia, de manera que estos no se vean afectados a largo plazo. Para esto es necesario que sepas que existen brochas especiales para su limpieza, existen galeristas que te pueden ayudar a encontrar la brocha adecuada para tu cuadro.
Usar limpiadores domésticos en tus cuadros puede traer consecuencias en ellos, ya que la mayoría de estos limpiadores son abrasivos o tienen químicos que afectarán a tus cuadros, por lo que podrían mancharlos o decolorarlos. En última instancia te recomendamos usar plumeros desechables, ya que estos tipos de plumeros contienen el polvo y son fáciles de manejar por todas las partes de tus cuadros.
5. Evita exponerlas al humo y contaminación
Al igual que la humedad, el humo y la contaminación tienen un resultado defectuoso para tus cuadros. El hecho de exhibir tus cuadros en lugares erróneos como cerca de una chimenea o cocina, harán que definitivamente la calidad de tus cuadros disminuya.
Lo mejor es tratar en lo posible de alejar tus cuadros de los humos y grasas, porque estos se instalarán dentro de tus cuadros. En todo caso, puedes enmarcarlos con cristal como una opción de protección.